UNA BEBÉ DOG LOVER

Antes del nacimiento de Catalina

Desde que mi hermana estuvo embarazada, nos dimos cuenta que la pequeña Catalina logró formar un vínculo muy importante con mi perrita. Khloé, solía recostarse en la pronunciada barriga para escuchar cómo se movía mi sobrina. Ella fue la primera en verla llegar a casa, la recibió con un ladrido de bienvenida y luego se recostó para admirarla de lejitos.

Khloé y Catalina

Khloé Ludovica, es así como se llama mi adorable mascota, tiene 4 años recién cumplidos, es traviesa y engreída, ama que le hagan cariñito en la cabeza mientras duerme, sin embargo, tiene un carácter algo complicado ya que suele ladrarle a las personas que no conoce. En un inicio el temor de mis padres era que Khloé pueda morder a la más pequeña de la casa, pero luego confirmaron que no iba a suceder ya que ella ama a Cata. Ambas comparten tardes de juegos y risas a diario, más ahora que la bebé está aprendiendo a gatear al igual que Ariana que en su post de la semana pasada nos comentaba que ¡Ahora gatea, desde cero!

Hay ocasiones en las que mis hermanas y mis padres estamos ocupados y no podemos cargar a Catalina, por lo que se opta dejarla en su corral bajo la supervisión de Khloé, claro está que si sucede algo mi perrita empieza a ladrar para que alguien vaya a verla.

La conexión de ellas es tan fuerte que hace un par de meses atrás, Cata hizo fiebre y la primera en darse cuenta del cambio de temperatura fue Khloé, se quedó a su lado y se quejaba como si quisiera aullar hasta que mi hermana al momento de darle su biberón se percató que Cata estaba un poco mal, ese día nuestra hijita de cuatro patas no durmió en su camita, se quedó toda la noche al pie de la cuna y cada cierto tiempo se despertaba para asegurarse que todo se mantenga bajo control.

El amor entre los niños y las mascotas es el más sincero y puro que hay, estoy segura que este pequeño par que tengo en casa seguirá más unido y compartiendo aventuras cada día.